Title: Captulo 3 Alejandra Restrepo habl y Simn nos salud Del 4 al 23 de mayo de 2005'
1Capítulo 3Alejandra Restrepo habló y Simón nos
saludó!(Del 4 al 23 de mayo de 2005).
2Estaban listos para hacer el dibujo de la
lectura. Profe, Alejandra no encuentra su
cuaderno. Dijo Alejandra Jiménez, con su
insistencia habitual para que Alejandra Restrepo
hable o realice algo. Deja que ella misma sea la
que me pida ayuda cuando lo necesite. Le
respondí. Alejandra Restrepo aún no entraba al
salón con su cuaderno, por lo que la llamé, ella
entró con su carita angustiada. Alejandra qué
pasa? Por qué no traes tu cuaderno y te
sientas?. Le pregunté adrede, puesto que yo sabía
que aún no entraba por que no encontraba su
cuaderno. Profe, será que quiere ir al baño?.
Profe, será que se aporrió?. Profe, será que
no encuentra su cuaderno?. Yo les conteste
Niños nosotros no somos adivinos, si ella
necesita algo que nos lo diga. Sin embargo le
pregunté lo mismo que todos los niños habían
dicho, y ella me respondió como siempre, con un
movimiento de cabeza, diciendo que no.
3- Le dije, Alejandra yo no puedo adivinar que te
pasa, y si tu no me dices no puedo ayudarte. Y
seguí mirando el cuaderno de Antonia cómo si no
pasara nada. Transcurrieron unos minutos y ella
continuaba angustiada parada junto a la puerta,
la llamé para que se acercara a mí y le pregunte
de nuevo. No me respondió. Esta vez se me ocurrió
proponerle, si quería decírmelo fuera del salón y
con su cabeza asintió, salimos y le pregunté
nuevamente, ella seguía sin responder, le insinué
decírmelo al oído, se acercó y me susurró, por
primera vez después de tanto tiempo, éstas, sus
primeras palabras en el jardín ES QUE NO
ENCUENTRO MI CUADERNO DE LECTURA. Y a partir de
este momento Alejandra comenzó a hablarme, sólo a
mí al oído.
4- Estaban en sus motos, de repente Miguel Cotes se
detiene y le dice a Thomas -Tengo una gran idea,
busquemos tesoros por todo este lugar. Éste con
mucho entusiasmo y expectativa frente al nuevo
juego, respondió que si, e inmediatamente todos
se adhirieron. - -Digámosle a la profe que nos haga un mapa a cada
uno. Y así fue, Miguel creó el juego, tomó la
vocería y los demás lo siguieron. - Efectivamente yo les ayudé a construir el mapa,
pero con las instrucciones de ellos. Juan David
pidió hacer un árbol, también le podemos hacer
un rió, dijo Thomas y por último Miguel pidió una
piedra grande. Terminado el mapa, cada uno cogió
su moto y se fueron tras el tesoro.
5- Miguel se apartó de ellos, tomó unos de sus
juguetes, se me acercó y en voz muy baja me dijo
al oído. Voy a esconder el tesoro en esa piedra.
Salió corriendo con mucho cuidado de que sus
amigos no lo fueran a ver y lo escondió. Cuando
Juan David y Thomas encuentren el tesoro se van a
poner muy felices. Luego tomó su moto y como
todos los demás siguió buscando el tesoro. - Continuaron la búsqueda por un largo rato y no
lograron descubrir el tesoro. Miguel desanimado
me buscó de nuevo y dijo Noo, profe tan fácil
que se las puse y nada que lo encuentran. Le
respondí que esperáramos un momentito que más
adelante lo conseguirían. Por más que lo
intentaron no lo hallaron nunca, ya era casi la
hora del almuerzo, y finalmente desistieron de
buscarlo. Al entrar, Thomas me contó que no
encontraron nada, les dije que más tarde si
querían podían intentarlo de nuevo, a lo que
respondió Juan David que no porque ya estaban
muy cansados.
6- Otro día lo buscamos. Cierto profe, no podemos
desistir en la búsqueda. Dijo Miguel.
7- Samuel me dice, profe por qué cuando yo miro a
la profe Margiori, ella siempre se ríe conmigo?
tal vez porque te quiere mucho o porque le da
alegría verte, sin embargo, más tarde se lo
preguntas tú mismo. O será porque yo soy el
mejor de todos. Respuesta que dio en voz muy
baja, más bien como para él mismo, como es de
costumbre refunfuñando y hablando sólo en
cualquier momento. Qué dijiste?, le pregunte.
Y con la espontaneidad que lo caracteriza me
reiteró porque yo soy el mejor de todos. Frente
a su habitual ego, le dije uno no se ríe con
las demás personas por que sean buenos o malos,
ni porque sean bonitos o feos, o porque sean los
mejores simplemente lo hacemos porque los
queremos mucho. Otra vocecita se entrometióo
porque está feliz. Era Miguel Buriticá.
8- Cuando entró Margiori, insté a Samuel que le
preguntara a ella misma y así lo hizo. Y ella le
contra preguntó tú por qué crees que lo hago?
Pues tal vez porque soy el mejor de la clase.
y tu por qué dices eso? A no., yo pensé. Yo
no sólo me río contigo, sino con todos tus
compañeros, porque los quiero mucho a todos. Y
frente a esta respuesta reiterada de su otra
maestra, Samuel nos miró y continúo con un dibujo.
9- En una de nuestras pintadas, mientras que Simón
nos presentaba su pintura, Miguel Cotes
interrumpió diciendo Amigos, profe, mírenme
cierto que me parezco a Eladio. Al decir esto,
todos miramos cómo traía su lápiz en la oreja,
nos reímos, y desde ese día se creó el juego
parezcámonos a Eladio.
10- Después de terminar de colorear, la mayoría de
niños fueron a jugar a la piscina de pelotas, aún
quedaban en su trabajo Alejandro, Miguel Buriticá
y Sebastián. El primero en terminar fue
Alejandro quien se unió a sus demás compañeros,
Miguel apresuró su trabajo para también ir a
jugar, lo terminó y se disponía a irse, pero al
escuchar a Sebastián que decía cierto profe
que yo ya casi termino y también me voy a la
piscina de pelotas? prefirió, a pesar de su afán,
ayudar a terminar a su amigo. Sebastián con la
cortesía que lo caracteriza respondió Miguel
gracias por ayudarme a terminar mi trabajo. Al
ver este gesto tan poco usual en Miguel, que
prefiere irse a jugar que quedarse mas tiempo
trabajando, lo felicité.
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12- Todos nos disponíamos a saludarnos como de
costumbre, pero este día, decidimos que en lugar
de nosotras, todo el saludo lo harían ellos.
Miguel Buriticá y Alejandra Jiménez, aunque con
uno poco de timidez, tomaron la iniciativa, y
efectivamente lo condujeron todo. Llegó el turno
de Simón y vaya sorpresa nos llevamos cuando
respondió al cómo estás Simón, cómo estás?
MUY BIEN!. - Todos nos paralizamos al escuchar de Simón tal
claridad en su respuesta, Juan José no pudo más
que dar un aplauso y todos se sumaron a él. Simón
soltó una carcajada y de igual forma también
empezó a aplaudir y todos celebraron con mucha
alegría.
13- Papá hoy le hablé a mi profe al oído, pero a los
niños no les voy a hablar.
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