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Arist teles: tica Jorge Riechmann * Arist teles: tica * Eudaimon a --nos dice MacIntyre-- se traduce inevitablemente, aunque mal, por felicidad. – PowerPoint PPT presentation

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Title: Arist


1
Aristóteles ética
  • Jorge Riechmann

2
El primer teorizador sistemático sobre ética
  • La Ética a Nicómaco de Aristóteles (384-322 AEC)
    es el primer tratado sistemático sobre ética,
    redactado probablemente a partir de apuntes
    tomados de sus lecciones en el Liceo (o notas
    para esas lecciones). Se publicó poco antes del
    300 AEC (Antes de la Era Común).
  • Platón había escrito su diálogo Protágoras, sobre
    la virtud, y varias de sus otras obras tratan
    también sobre la felicidad y la ética pero
    ninguna de forma sistemática.

3
Naturaleza physis y convención nomos
  • En líneas generales, la discusión aristotélica
    de la ética ha de contemplarse desde la
    distinción --inaugurada en el siglo V por los
    sofistas-- entre Naturaleza physis y Convención
    nomos.
  • Llevados por un conjunto de observaciones de
    carácter histórico, cultural y etnológico, los
    sofistas trataron de distinguir entre lo que hay
    de natural en las normas de conducta individual y
    social y lo que en éstas hay de convencional e,
    incluso, antinatural.

4
  • (...) En el seno de esta corriente de
    pensamiento se produjo una notable radicalización
    que llegó a considerar todas las normas no sólo
    convencionales, sino antinaturales, a excepción
    de aquellas normas que prescriben la búsqueda del
    placer y el dominio del más fuerte. (...) A esta
    teoría moral se enfrentaron Sócrates y Platón.
    Tomas Calvo Martínez, Introducción general, en
    Aristóteles Acerca del alma, Gredos, Madrid
    1978, p. 64.

5
Una observación incidental
  • Aristóteles fue muchas cosas. Mucha gente
    pensaría, por ejemplo, que fue biólogo antes que
    otra cosa.
  • Pero mientras que la biología ha avanzado mucho,
    acumulativamente, desde su época, la filosofía no
    progresa de esa forma Muchos de los análisis de
    la Ética a Nicómaco siguen siendo actuales.
  • Ahí seguimos dando vueltas, sin ir más lejos, a
    la cuestión physis/ nomos Un buen libro
    contemporáneo sobre la cuestión Terry Eagleton,
    La idea de cultura. Una mirada política sobre los
    conflictos culturales, Paidós, Barcelona 2001.

6
Elegir la propia vida
  • Difieren mucho las vidas de los hombres, dice
    Aristóteles (Ética eudemia I, 4). La vida humana
    --bíos-- no nos viene completamente dada, sino
    que hay que elegirla.
  • Elegir un modo de vida en vista del bien. Para el
    Estagirita la teoría, la vida de contemplación
    intelectual, aparecerá como la culminación del
    bíos pero eso es algo sobre lo que tendremos que
    volver.
  • Como arqueros que tienen un blanco --según la
    famosa imagen en la primera página de la Ética a
    Nicómaco, que abreviaremos EN--, nos preguntamos
    por el mejor bíos.

7
Tres rasgos que definen la ética de Aristóteles
  • 1. Naturalismo
  • 2. Teleología
  • 3. Eudaimonismo
  • Abordémoslos uno por uno.

8
1. Naturalismo
  • El ser humano es un ser natural, perteneciente
    por completo al ámbito de la physis.
  • La ética de Aristóteles se basa en la ciencia en
    su biología y su psicología.
  • En el plano más estrictamente ético, mantiene
    siempre la idea de que las funciones vitales,
    propias del alma vegetativa y sensitiva, son
    condiciones necesarias de la vida intelectual y
    moral. Rafael Sartorio, introducción a su
    edición de la Ética eudemia, Alhambra, Madrid
    1985, p. 22.

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Biología y psicología en Aristóteles
  • Para Aristóteles --en Acerca del alma-- el ser
    viviente es una entidad compuesta de materia y
    forma.
  • El alma (psyché) es la forma del ser viviente,
    forma en virtud de la cual éste es capaz de
    realizar el conjunto de funciones vitales
    específicas.
  • Éstas se extienden desde la nutrición hasta el
    conocimiento intelectual.
  • Para Aristóteles, pues, biología y psicología
    están conectadas. Las funciones anímicas
    superiores implican y suponen las inferiores.

10
El estado de buena salud del alma
  • Este estudio ético del alma, paralelo al
    estudio anatómico y fisiológico del médico sobre
    el cuerpo, presupone que la felicidad, correlato
    de la virtud, no es sino el estado de buena salud
    del alma.
  • Aristóteles, hijo de médico Nicómaco, conocedor
    sin duda de los tratados hipocráticos, tiene
    presente la teoría isomérica cuando elabora su
    teoría del equilibrio ético entre excesos y
    defectos... Miguel Candel, La salud del alma,
    El País, 20 de febrero de 1986.

11
Esquema del alma
  • El alma --recordemos-- es la forma de la materia
    corporal. Cuando Aristóteles se refiere al
    alma, podríamos con mucha frecuencia conservar su
    significado si pensamos en términos de
    personalidad. Alasdair MacIntyre, Historia de la
    ética, Paidos, Barcelona 1991, p. 70.
  • Aristóteles en la EN divide el alma en racional e
    irracional.
  • El alma racional, a su vez, puede ser científica
    --razón teorética-- (lo que tiene razón
    primariamente y en sí mismo) y calculativa o
    deliberativa --razón práctica-- (lo que tiene
    razón como el hacer caso del padre). EN VI, 1 y
    2.
  • El alma irracional puede ser vegetativa (no
    participa en modo alguno de la razón) y
    apetitiva (participa en la razón de algún modo
    en cuanto le es dócil y obediente). EN I, 13 y
    VI, 1

12
Dos clases de virtud
  • De acuerdo con la estructura del alma
    (irracional/ racional), también la virtud (areté
    en el sentido de excelencia) se divide en dos
    clases
  • Existen dos clases de virtud, la dianoética y la
    ética la dianoética debe su origen y su
    incremento principalmente a la enseñanza, y por
    eso requiere experiencia y tiempo la ética, en
    cambio, procede de la costumbre. EN 1103a

13
Así tendremos
  • 1. Virtudes intelectuales o dianoéticas, que
    pueden ser enseñadas sabiduría, inteligencia,
    prudencia... Más abajo volveremos sobre las
    mismas.
  • 2. Virtudes morales o éticas, que se adquieren
    como hábitos liberalidad, templanza...

14
Partir de la moral realmente existente
  • Incluso cuando se adentra en el campo de la
    ética prescriptiva o normativa, dejando el de
    la sola descripción de hechos morales, se sigue
    ateniendo a las opiniones establecidas y a los
    datos de la moralidad corriente, y ello hasta el
    punto de erigir en norma de conducta debida la
    del justo medio, referido a nosotros y según lo
    entendería el hombre prudente. El hombre prudente
    es, pues, el criterio al que se ajusta la norma
    de moralidad. Rafael Sartorio, introducción a su
    edición de la Ética eudemia, Alhambra, Madrid
    1985, p. 23.
  • Diríamos --con el lenguaje de hoy-- que
    Aristóteles parte de la moral como hecho
    sociológico.

15
Belleza natural hasta en los lugares ínfimos
  • Cabe recordar las hermosas palabras de
    introducción a su obra Acerca de las partes de
    los animales
  • Narra la conseja que cuando unos forasteros
    deseaban visitar a Heráclito, detuviéronse al
    hallarle calentándose en la cocina y que él les
    dijo que pasasen sin reparos, pues que allí
    también había dioses. Con idéntico espíritu
    enfocaremos nosotros, sin ascos, el estudio de
    todas las formas de vida, sabiendo que en todas
    ellas hay algo que pertenece a la naturaleza y
    que es bello... Citado por F.M. Cornford, Antes
    y después de Sócrates, Ariel, Barcelona 1980, p.
    245.

16
Una ética del aquende
  • No hay lugar para verdades reveladas ni
    trascendentalismos.
  • La ética es una ciencia autónoma.
  • No existe premio o castigo ultraterreno de
    ninguna clase (la virtud tiene en su ejercicio su
    única y mejor recompensa).
  • La felicidad excluye cualquier heteronomía, pues
    halla su cumplimiento en el cultivo de las
    específicas facultades humanas (enseguida vamos a
    ello).

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2. Teleología
  • Todo arte y toda investigación, y del mismo modo
    toda acción y elección, parecen tender a algún
    bien por esto se ha dicho con razón que el bien
    es aquello a que todas las cosas tienden. Éstas
    son las celebérrimas palabras con que se inicia
    la Ética nicomaquea (EN 1094a).
  • El bien de cada actividad es el fin telos al
    que ésta tiende. EN 1097a
  • La ética de Aristóteles es teleológica de cabo a
    rabo. Comenta MacIntyre Cada actividad, cada
    investigación, cada práctica tiende a algún bien
    porque con la expresión el bien o un bien
    designamos aquello hacia lo que los seres humanos
    característicamente tienden.

18
  • Es importante señalar que los argumentos
    iniciales de Aristóteles en la Ética nicomaquea
    presuponen que eso que más adelante llamaría G.E.
    Moore la falacia naturalista no es una falacia
    en absoluto. Y que los enunciados acerca de lo
    que es bueno --y lo que es justo, o valiente, o
    excelente de otras maneras-- son sólo variantes
    de enunciados fácticos.
  • Los seres humanos, como los miembros de las demás
    especies, tienen una naturaleza específica y esa
    naturaleza es tal que los humanos poseen ciertos
    fines y objetivos, de manera que por naturaleza
    tienden hacia un telos específico. El bien se
    define en términos de sus características
    específicas. Por eso la ética de Aristóteles
    (...) presupone su biología metafísica. Alasdair
    MacIntyre, After Virtue, Duckworth, Londres 1981,
    p. 139 (trad. de Jorge Riechmann).

19
Bien siempre un concepto funcional?
  • Según la interpretación de MacIntyre, bien es
    siempre un concepto funcional para Aristóteles.
  • Pero la cosa quizá no esté tan clara. Leemos en
    EN 1152b El bien tiene dos sentidos, el de bien
    absoluto y el de bien para alguien. Qué hacemos
    con este bien absoluto?
  • Cf. también el pasaje de 1113a, muy importante,
    donde Aristóteles parece afirmar que el bien es
    el objeto de la voluntad de un hombre bueno,
    moralmente sano. Afirmación no tautológica,
    pues el Estagirita acepta acríticamente el ideal
    de hombre noble de la aristocracia griega de su
    tiempo (kalokagathía).

20
Ergon y areté
  • Todos los seres poseen cierta función (ergon). Un
    cuchillo sirve para cortar ésa es su función.
  • La excelencia o virtud (areté) de algo reside en
    el buen cumplimiento de su función la areté de
    un cuchillo es cortar bien.
  • En los seres animados, esta excelencia no viene
    dada de inmediato hay en ellos un impulso que
    conduce al desarrollo de sus virtualidades (la
    bellota hacia la encina).

21
Hilemorfismo
  • Según la teoría hilemórfica, cualquier ser se
    compone de materia y forma. La materia es el
    soporte o sustrato indeterminado al que la forma
    determina, cualifica, define. Una cosa es, pues,
    lo que es su forma.
  • La forma implica el conjunto de características o
    notas definitorias del objeto. (...) En los seres
    animados (...) la forma es, sobre todo, el
    conjunto de sus propiedades funcionales.

22
El animal que posee logos
  • La actividad humana es compleja incluye
    multitud de funciones. Unas las comparte con los
    seres naturales en general otras, con los seres
    animados. Estas funciones compartidas (nutrición,
    reproducción, etc) no pueden ser definitorias de
    la forma o esencia del hombre.
  • (...) La actividad, función u obra específica del
    hombre es la racional, la praxis racional, la
    acción intencional. El hombre se define por la
    razón (logos) animal que posee logos. Rafael
    Sartorio, introducción a su edición de la Ética
    eudemia, Alhambra, Madrid 1985, p. 29.

23
El logos humano
  • Aristóteles ...resulta, pues, manifiesto que la
    ciudad es una de las cosas naturales, y que el
    hombre es por naturaleza un animal social zoon
    politikón, y que el insocial por naturaleza y no
    por azar o es mal hombre o es más que hombre.
    (...) La razón por la cual el hombre es, más que
    la abeja o cualquier animal gregario, un animal
    social es evidente (...) el hombre es el único
    animal que tiene palabra logos.

17/10/2013
antropología -Tugendhat
23
24
Foné y logos
  • La voz foné es signo del dolor y del placer, y
    por eso la tienen también los demás animales,
    pues su naturaleza llega hasta tener sensación de
    dolor y placer y significársela unos a otros
    pero la palabra logos es para manifestar lo
    conveniente y lo dañoso, lo justo y lo injusto, y
    es exclusivo del hombre, frente a los demás
    animales, el tener, él solo, el sentido del bien
    y el mal, de lo justo y de lo injusto, etc., y la
    comunidad de estas cosas es lo que constituye la
    casa y la ciudad. Aristóteles, Política 1253a

25
La genialidad de Aristóteles
  • Mientras que las relaciones sociales de otros
    animales están reguladas, como diríamos hoy, por
    sus instintos, o más bien por su sistema
    genético, la manera como los seres humanos se
    reúnen en agrupaciones sociales se basa en la
    capacidad de comunicarse sobre lo que consideran
    bueno para ellos. Esta intuición de Aristóteles
    me parece genial, y se puede desarrollar más allá
    de lo que él decía explícitamente. Ernst
    Tugendhat, Antropología en vez de metafísica,
    Gedisa, Barcelona 2008, p. 25.

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antropología -Tugendhat
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26
La función del hombre
  • La función del hombre es una cierta vida
    actividad del alma según la razón o no
    desprovista de razón y ésta es una actividad
    del alma y acciones razonables, y la del hombre
    bueno estas mismas cosas bien y primorosamente.
    (...)
  • El bien humano la eudaimonía, recordémoslo es
    una actividad del alma conforme a la virtud, y si
    las virtudes son varias, conforme a la mejor y
    más perfecta, y además una vida entera. EN 1098a

27
La presupuesta unidad de los fines humanos
  • Aubenque La cuestión es, entonces, saber cuál
    es el fin último del hombre, es decir, un fin con
    relación al cual los otros fines sólo serían
    medios y que no sería en sí mismo medio para
    ningún otro fin.
  • Señalemos que este planteamiento del problema
    presupone determinadas respuestas Aristóteles,
    como los demás filósofos griegos, postula la
    unidad de los fines humanos.

28
  • No considera ni un instante la posibilidad de un
    conflicto entre fines técnicos (por ejemplo,
    enriquecerse o ganar una guerra) y fines morales,
    ni siquiera un conflicto entre fines igualmente
    morales (como el conflicto que había presentado
    la Antígona de Sófocles entre la piedad familiar
    y el servicio del Estado).
  • Todos los hombres están de acuerdo en denominar
    felicidad al bien supremo que es la unidad
    presupuesta de los fines humanos. Pierre
    Aubenque, Aristóteles y el Liceo, capítulo 5 de
    la Historia de la filosofía griega, Siglo XXI,
    Madrid 1984, p. 228.

29
  • El bien de un ser es aquello a lo que de hecho
    tiende, su telos.
  • El bien del ser humano consistirá en desarrollar
    sus capacidades, especialmente la función
    racional que le es peculiar.
  • Aclara Tomás Calvo Como cualquier otro ser
    natural, el hombre se caracteriza por poseer un
    conjunto de facultades o potencias que integran y
    definen su naturaleza específica. Y puesto que la
    plenitud de toda facultad o potencia consiste en
    su actualización, en su ejercicio, la eudaimonía
    ha de consistir en algún tipo de actividad acorde
    con la naturaleza humana.

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  • Este planteamiento es el que lleva a Aristóteles
    a excluir el placer como contenido esencial de
    una vida feliz, no ciertamente porque piense que
    el placer es ajeno a la felicidad, sino porque
    considera que el placer no es esencialmente una
    actividad, sino un estado o sentimiento que
    acompaña a ciertas actividades.
  • La vida feliz ha de consistir, por tanto, en
    algún tipo de actividad. (...) Se ha de tratar de
    una actividad autosuficiente, que constituya un
    fin en sí misma y que corresponda a la facultad
    más específicamente humana y más perfecta de
    cuantas posee el hombre.
  • Se llega así a la conclusión de que el ideal de
    eudaimonía consiste en la actividad intelectual
    teorética, en la contemplación desinteresada de
    la verdad. Tomas Calvo Martínez, Introducción
    general, en Aristóteles Acerca del alma,
    Gredos, Madrid 1978, p. 66.

31
3. Eudaimonismo
  • Premisa antropológica en que se basa la ética
    aristotélica todos los seres humanos desean la
    eudaimonía (felicidad, o más bien vida plena,
    vida lograda, vida cumplida). Esto es un hecho
    empírico, no una verdad metafísica. EN 1095a
  • Así, la cuestión de en qué consiste la eudaimonía
    es el problema central de la ética.
  • Eudaimonía actividad del alma de acuerdo con la
    areté (virtud). EN 1099b

32
Eudaimonía
  • Eudaimonía es el término griego --crucial en
    todos los debates éticos de la Antigüedad-- que
    suele traducirse por felicidad.
  • Etimológicamente cualidad de quien posee un buen
    daimon o espíritu protector. Alguien, por tanto,
    bendecido por la fortuna.
  • La traducción usual al castellano es
    insatisfactoria en cuanto que felicidad, hoy en
    día, denota sobre todo una sensación subjetiva de
    satisfacción o placer.

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  • Se ve claramente que la palabra griega apunta
    hacia otra cosa si consideramos la máxima de
    Solón que dice no llames eudaimon a ningún
    hombre hasta que ha fallecido.
  • Eudaimonía quiere decir más bien vida cumplida,
    vida lograda y decir de alguien que es eudaimon
    se asemeja a un juicio objetivo.

34
  • Eudaimonía --nos dice MacIntyre-- se traduce
    inevitablemente, aunque mal, por felicidad. Se
    traduce mal porque incluye tanto la noción de
    comportarse bien como la de vivir bien.
  • El uso aristotélico de este concepto refleja el
    firme sentimiento griego de que la virtud y la
    felicidad, en el sentido de prosperidad de
    florecimiento, cabría decir mejor, no pueden
    divorciarse por entero.
  • El mandato kantiano que millones de padres
    puritanos han hecho suyo no trates de ser
    feliz, sino de merecer la felicidad, no tiene
    sentido si feliz y felicidad se sustituyen por
    eudaimon y eudaimonía. Una vez más el cambio de
    lenguaje es también un cambio de conceptos.
    Alasdair MacIntyre, Historia de la ética, Paidos,
    Barcelona 1991, p. 66.

35
Eudaimonía como actividad
  • La felicidad es una actividad, y no algo de que
    se dispone como una cosa que se posee. El ser
    feliz está en vivir y actuar. (EN 1169b).
  • La eudaimonía no es algo que pueda sobrevenir
    circunstancialmente, sino algo que se busca de
    forma activa. No es una suma de placeres o
    momentos hedonistas.
  • Qué nos impide, en fin, llamar feliz al que
    actúa conforme a la virtud perfecta y está
    suficientemente provisto de bienes exteriores, no
    en un tiempo cualquiera, sino la vida entera? EN
    1101a.

36
El placer
  • Aclarados estos tres rasgos básicos de la ética
    aristotélica (1. naturalismo, 2. teleología, 3.
    eudaimonismo) abordemos algunas cuestiones
    adicionales, comenzando por la del placer.
  • El placer (hedoné) es para el Estagirita
    perfección de la actividad (EN X, 4). El placer
    perfecciona la actividad, no como la disposición
    que le es inherente, sino como cierta consumación
    a que ella misma conduce, como la juventud a la
    flor de la vida. Por consiguiente, siempre que lo
    que se piense o se percibe por los sentidos sea
    como debe, y lo sea igualmente la facultad que
    juzga o contempla, se dará en la actividad el
    placer. (EN 1174 b)

37
  • Como indica Pierre Aubenque, en el libro X de la
    EN Aristóteles se entrega a la demostración,
    contra Eudoxio, de que el placer no es el bien
    soberano, pero también --esta vez contra
    Espeusipo-- que el placer no debe excluirse de la
    definición de felicidad.
  • (...) El placer no es un proceso (genesis) y, por
    consiguiente, algo indeterminado, sino que es un
    acto (energéia) o, más precisamente, un exceso de
    acto que se añade como la juventud a su flor, a
    toda actividad perfectamente conseguida en su
    género. El placer no es, por consiguiente, la
    felicidad, pero la acompaña legítimamente.
    Pierre Aubenque, Aristóteles y el Liceo,
    capítulo 5 de la Historia de la filosofía griega,
    Siglo XXI, Madrid 1984, p. 234.

38
Acción voluntaria y no voluntaria
  • Una acción es no voluntaria (la traducción
    involuntaria sería errónea) cuando se efectúa
    en situación de compulsión o ignorancia. EN
    1110a.
  • A Aristóteles no le preocupa la cuestión que ha
    obsesionado todas las discusiones modernas en
    torno al libre albedrío, a saber, la posibilidad
    de que todas las acciones sean determinadas por
    causas independientes de las deliberaciones y
    elecciones del agente, de modo que no haya
    acciones voluntarias.

39
Más sobre la acción
  • Según Aristóteles, aun si todas las acciones
    estuviesen determinadas de alguna forma en este
    sentido, todavía habría una distinción entre
    agentes que actúan o no por compulsión o
    ignorancia. Y Aristóteles seguramente tiene razón
    en esto. Alasdair MacIntyre, Historia de la
    ética, Paidos, Barcelona 1991, p. 76.
  • Puesto que el presente tratado no es teórico
    como los otros (pues no investigamos para saber
    qué es la virtud, sino para ser virtuosos (...)),
    tenemos que considerar lo relativo a las
    acciones, cómo hay que realizarlas son ellas en
    efecto las que determinan la calidad de los
    hábitos. EN 1103b.

40
Condiciones de la acción (EN II, 2)
  • 1. Actuar según la recta razón (orton lógon).
    EN 1103b
  • 2. Considerar siempre lo que es oportuno
    (kairós). EN 1104a
  • 3. Rehuir el exceso y el defecto. EN 1104a

41
Tres condiciones de la acción virtuosa
  • 1. Conocimiento de la circunstancia
  • 2. Libertad de elección
  • 3. Actitud firme e inconmovible. EN 1105a

42
La virtud (areté) y el término medio
  • La virtud del hombre es el hábito por el cual el
    hombre se hace bueno y por el cual ejecuta bien
    su función propia. EN 1106a
  • Si cuando es debido, y por aquellas cosas y
    respecto a aquellas personas y en vista de
    aquello y de la manera que se debe, entonces hay
    término medio y excelente, y en esto consiste la
    virtud. EN 1106b
  • Es, por lo tanto, la virtud un hábito selectivo
    que selecciona, que elige que consiste en un
    término medio relativo a nosotros, determinado
    por la razón y por aquella por la cual decidiría
    el hombre prudente. El término medio lo es entre
    dos vicios, uno por exceso y otro por defecto...
    EN 1107a

43
MacIntyre sobre la areté aristotélica
  • Aunque algunas virtudes están al alcance sólo de
    cierta clase de personas, sin embargo las
    virtudes se vinculan no a los seres humanos en
    cuanto actores de roles sociales, sino a los
    seres humanos como tales. Es el telos de la
    especie humana el que determina cuáles de las
    cualidades humanas son virtudes.
  • Aunque Aristóteles trata la adquisición y
    ejercicio de las virtudes como medios para un
    fin, la relación de los medios con el fin es
    interna y no externa.

44
  • Llamo a un medio interno con respecto a cierto
    fin cuando el fin no puede caracterizarse
    adecuadamente con independencia de la
    caracterización del medio. Así sucede con las
    virtudes y el telos que supone la vida buena del
    ser humano, tal y como lo expone Aristóteles.
  • La distinción entre medios internos y externos
    respecto a un fin no la establece Aristóteles
    mismo en la Ética a Nicómaco, pero se trata de
    una distinción esencial si es que queremos
    entender lo que pretendía el Estagirita. Tomás de
    Aquino sí que establece explícitamente la
    distinción... Alasdair MacIntyre, After Virtue,
    Duckworth, Londres 1981, p. 172 (trad. de Jorge
    Riechmann).

45
Atención a las circunstancias externas
  • Aristóteles establece restricciones que parecen
    poner en entredicho la autarquía y perfección de
    la eudaimonía.
  • Ésta, en efecto, depende de (A) una vida
    realizada hasta su término y (B) todo un cortejo
    de bienes corporales (como la salud) y de bienes
    externos (riqueza, poder, buena reputación).

46
  • Históricamente han prevalecido las
    interpretaciones idealistas de la ética
    aristotélica, que asocian eudaimonía y
    contemplación.
  • Pero el propio Aristóteles afirma que no puede
    concebir que alguien sea feliz si tiene hambre,
    pasa frío y está solo...
  • Eudaimon aquel que actúa conforme a la areté
    (virtud) perfecta y está suficientemente provisto
    de bienes exteriores durante su vida entera (EN
    1101a).

47
Invitación al coraje
  • Comenta Aubenque Aristóteles deduce de estas
    reflexiones no una invitación a la pasividad,
    sino al coraje el hombre virtuoso será aquel que
    obra de la mejor manera posible en sus
    circunstancias, del mismo modo que el buen
    general saca del ejército de que dispone el mejor
    partido posible para la guerra, y el buen
    zapatero hace con el cuero que se le da el mejor
    calzado posible EN 1101a.
  • Esta moral desmitificada, que sabe que el hombre
    debe contentarse en esta vida del mejor modo
    posible y no buscar un absoluto ilusorio, sólo
    le vuelve la espalda al socratismo, que nos
    enseña a ser indiferentes a las circunstancias,
    para anunciar un tipo de filosofía que Bacon
    denominará operativa y que, según las palabras
    de Marx en La Sagrada Familia, nos impondrá
    modelar las circunstancias humanamente. Pierre
    Aubenque, Aristóteles y el Liceo, capítulo 5 de
    la Historia de la filosofía griega, Siglo XXI,
    Madrid 1984, p. 230.

48
Veamos con detalle las virtudes dianoéticas (EN,
VI)
  • 1. Ciencia (episteme), que es el conocimiento de
    lo necesario (eterno, ingénito e imperecedero),
    susceptible de ser enseñado, que procede
    demostrativamente por silogismo e inducción. EN
    1139b.
  • 2. Arte (techne) o técnica, que es disposición
    productiva acompañada de la razón verdadera.
    Aristóteles divide lo contingente (las cosas que
    pueden ser de otra manera) entre lo que es
    objeto de producción (poiesis) y lo que es objeto
    de acción (praxis) la técnica o arte tiene que
    referirse a la producción, no a la acción. EN
    1140a.

49
  • 3. Prudencia (frónesis), que es disposición
    racional verdadera y práctica respecto de lo que
    es bueno para el hombre, es decir, respecto de
    la acción humana en cuanto buena o mala. La
    prudencia es a la acción lo que el arte o la
    técnica es a la producción. EN 1140b
  • 4. Intelecto (nous), que es conocimiento de los
    principios (indemostrables) de la ciencia. EN
    1141a
  • 5. Sabiduría (sofía) intelecto (nous) ciencia
    (episteme) (de lo que es más excelente por
    naturaleza). EN 1141b

50
La noción de frónesis
  • La frónesis (prudencia, o mejor inteligencia
    práctica) es la disposición racional verdadera y
    práctica respecto de lo que es bueno y malo para
    el hombre (EN 1140b), es decir, respecto de la
    acción humana en cuanto buena o mala.
  • La prudencia es a la acción (praxis) lo que el
    arte o la técnica a la producción (poiesis).

51
  • Frónesis no tiene ninguna conexión particular
    con la cautela o con el interés propio. Es la
    virtud de la inteligencia práctica, de saber cómo
    aplicar principios generales a las situaciones
    particulares. (...) Es la capacidad de actuar de
    modo tal que el principio pueda tomar una forma
    concreta. (...) Sin ella no es posible ser
    virtuoso. (...) La prudencia es la virtud que se
    manifiesta al actuar en forma tal que la adhesión
    personal a las demás virtudes queda ejemplificada
    en las propias acciones. (...) Es una conjunción
    de la destreza facultad de advertir los medios
    que conducirán a un determinado fin con la
    captación del verdadero telos del hombre.
    Alasdair MacIntyre, Historia de la ética, Paidos,
    Barcelona 1991, p. 80.

52
  • Aristóteles distingue entre sabiduría (sofía),
    que se refiere a lo necesario, a lo que no nace
    ni perece, y la prudencia (frónesis), que es la
    capacidad de deliberar sobre las cosas
    contingentes, es decir, que tanto pueden ser como
    no ser.
  • No es ciencia, sino juicio, discernimiento
    correcto de las posibilidades. (...) La prudencia
    es la habilidad del virtuoso guía a la virtud
    moral indicándole los medios para alcanzar sus
    fines, pero también participa de la virtud moral,
    porque no está moralmente permitido actuar
    torpemente cuando se desea el bien.
  • (...) Es virtud puramente humana, capacidad de
    discernir y realizar el bien del hombre, que no
    conocen los animales ni los dioses es virtud
    media, como lo es la posición del hombre en el
    universo. Pierre Aubenque, Aristóteles y el
    Liceo, capítulo 5 de la Historia de la filosofía
    griega, Siglo XXI, Madrid 1984, p. 233.

53
Política como paideía
  • En efecto, pone el mayor cuidado en dotar a los
    ciudadanos de cierto carácter y hacerlos buenos y
    capaces de acciones nobles (EN 1100a).

54
Aristóteles y la acción humana
  • Aristóteles exalta al hombre sin divinizarlo
    hace de él el centro de su ética, pero sabe que
    la ética no es lo más alto, que Dios está más
    allá de las categorías éticas (...).
  • Abandonado a sus solas fuerzas por un Dios
    demasiado lejano, que es lo bastante visible para
    ser deseado, pero se mantiene a suficiente
    distancia como para ser poseído, el hombre está
    expuesto, en la región del mundo que habita, a un
    azar que no puede dominar por completo.

55
Entre dos azares
  • O, más bien, la vida del hombre se mueve entre
    dos azares el azar fundamental del nacimiento,
    que hace que el bien natural no esté
    equitativamente repartido el azar residual de la
    acción, que hace que sus resultados nunca sean
    previsibles del todo.
  • (...) A medio camino entre un saber absoluto, que
    haría inútil la acción, y una percepción caótica,
    que haría la acción imposible, la prudencia
    frónesis aristotélica representa (...) la
    posibilidad y el riesgo de la acción humana.
    Pierre Aubenque, La prudence chez Aristote, París
    1963, p. 176-177.

56
...Pero sobre todo amamos la vida
  • Amamos el conocimiento, amamos el saber, pero
    sobre todo amamos la vida. Aristóteles citado
    por Emilio Lledó, entrevista en El País, 12 de
    noviembre de 1994.
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