T.3. El Realismo - PowerPoint PPT Presentation

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T.3. El Realismo

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... las l neas del pentagrama, se elevaba suave, majestuosa y po tica, la dulce luna llena: en su disco, elegantes curvas sinuosas dec an: Serafina. – PowerPoint PPT presentation

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Title: T.3. El Realismo


1
T.3. El Realismo
El taller del pintor, Courbet, 1855. (Cuadro que
inaugura el movimiento)
2
(No Transcript)
3
Índice
  • Contexto histórico
  • - Contexto político-social sociedad capitalista
  • - Contexto ideológico marxismo, cientifismo
  • - Aplicación a España pobreza, tensiones
  • La literatura realista reproducción de la
    realidad
  • El género dominante la novela. Tema la sociedad
  • - Técnicas monólogo interior, E.I.L., sueños
  • Autores Europa Balzac, Flaubert, Dickens,Tolstoi
  • Autores España - Conservadores Pereda, Valera
  • - Progresistas Galdós, Clarín
  • Galdós retratista sociedad urbana madrileña.
  • - Episodios Nacionales Novela histórica
  • - Novelas Tesis- Conpemporáneas - Espirituales
  • El Naturalismo el realismo llevado al extremo.
  • - Materialismo- determinismo- experimentación
  • - Zola - Emilia Pardo Bazán Blasco Ibáñez.

La Lavandera, Honoré Daumier
4
La Novela realista
5
  • Cronología Segunda mitad s. XIX
  • Con la revolución industrial se implanta la
    sociedad capitalista.
  • La burguesía llega al poder y se vuelve
    conservadora. El liberalismo burgués se divide en
    conservadores y progresistas.
  • Tensiones burguesía- proletariado Surgen
    ideologías revolucionarias, (socialismo,
    anarquismo)
  • Movim obrero I y II Internacional
  • En Europa gobiernos absolutistas conservadores
    que fomentan el nacionalismo y el imperialismo.
    Unifican los mercados interiores, luego expansión
    colonial nuevos mercados y materias primas.

CONTEXTO HISTÓRICO Contexto político y social
El levantamiento. Honoré Daumier
6
Contexto cultural e ideológico
  • Nuevas corrientes filosóficas
  • Positivismo opuesto al Idealismo romántico.
  • Materialismo sólo interesa la materia.
  • Marxismo desea destruir la sociedad burguesa
  • Nuevas corrientes científicas
  • Experimentalismo todo debe comprobarse
  • Evolucionismo Darwin, evolución especies
  • Leyes de la herencia (Mendel). Determinan
  • Psicología y Sociología, (ciencias nuevas)

7
  • Aplicación
  • al contexto
  • español

Garrote vil Ramón Casas, 1894
  • Economía Pobreza. Crece la población pero
    industria insuficiente
  • Sociedad. Continuas tensiones entre distintos
    sectores sociales
  • BurguesíaAristocracia (dos Españas,
    innovadora-tradicional).
  • Burguesía dividida Conservadores-Progresistas
  • Burguesía-Movimientos de izquierdas,
    (demócratas, republicanos
  • Política Hasta 1868. Isabel II. Gobierno
    liberal conservador.
  • Revolución del 68. Amadeo I. I República.
    Triunfo b. progresista.
  • 1875. Restauración. Alfonso XII, hijo de Isabel
    II. Turno partidos.

8
  • Orígenes el costumbrismo romántico
  • Con intención crítica, de denuncia social
  • Con eliminación de lo fantástico, lo sentimental
    y la visión heroica del pasado.
  • La sociedad se convierte en materia novelable
  • Cientifismo Observación-experimentación
  • Psicologismo interés por conducta humana
  • Existencialismo ser humano y sociedad
  • Estilo sencillez, precisión y claridad.
  • Pretendida objetividad. Ironía del narrador.

LA LITERATURA pretende ser fiel transcripción
de la realidad
Mujeres en la playa Joaquín Sorolla
Trata de blancas. Joaquín Sorolla
9
EL GÉNERO DOMINANTE LA NOVELA
  • Experimenta un impulso, sólo comparable al que le
    dio Cervantes en el Siglo de Oro.
  • Temas contemporáneos retrato de la sociedad
    burguesa, historia, política, amor.
  • Verosimilitud de los argumentos cotidianos
  • Técnicas científicas documentación, observación,
    experimentación.
  • Protagonista la sociedad o la mujer.
  • Descripciones exhaustivas. Importante influencia
    del desarrollo de la fotografía.
  • Estilo sencillo fiel reproducción de distintos
    registros lingüísticos, incluso los vulgares, las
    jergas, variantes regionales, el lenguaje
    infantil o el habla de extranjeros.

Una investigación, 1897. Joaquín Sorolla
El fotógrafo Christian Frazen. Sorolla
10
  • Nuevas técnicas narrativas
  • Predomina narrador omnisciente. Otros
  • - narrador testigo, personaje secundario
  • - protagonista, más objetivo que el pícaro
  • monólogo interior pensamientos del personaje en
    1ª persona, de modo caótico.
  • Sueños y delirios revelan motivaciones ocultas
    del subconsciente, (Freud).
  • Diálogos en estilo indirecto libre, permite
    matización del narrador en 3ª pers. y evita
    reiteración de verbos de lengua.
  • Descripciones detalladas para pintura de
    ambientes. Stendhal la novela es un espejo que
    se pasea a lo largo del camino
  • Adecuación del registro lingüístico al personaje.
    Lo vulgar entra en literatura.

Otra Margarita!! Joaquín Sorolla
11
AUTORES EUROPEOS
Honoré de Balzac
  • Francia Balzac (autor de La comedia humana) y
    Flaubert, (creador de Madame Bovary, hermosa
    mujer insatisfecha que se suicida con cianuro
    tras infidelidad)
  • Madame Bovary 1 ttp//www.youtube.com/watch?v2S
    VeqX8916Qfeatureplayer_detailpage
  • Gran Bretaña Charles Dickens, padre de criaturas
    desvalidas como Oliver Twist y David
    Copperfield.
  • Oliver Twist trailer 2 http//www.youtube.com/wa
    tch?vZLOAaeLdVCo
  • Rusia Dostoyevski escribió Crimen y castigo,
    León Tolstoi es autor de Guerra y paz, también
    ideó una valiosa mujer insatisfecha, Anna
    Karenina, que se tira a la vía del tren tras una
    larga infidelidad.
  • Ana Karenina. 2 http//www.youtube.com/watch?v
    ZE417ZtnWu8featurefvst
  • Biografía Dostoyevski 45 http//www.youtube.com/
    watch?v_lLJBvYtthofeaturerelated

12
AUTORES ESPAÑOLES
El realismo es una constante en la literatura
española, desde La Celestina al Quijote o la
picaresca. Así que los escritores de la época
recogieron pronto la influencia del realismo
europeo. Se distinguen dos vertientes
  • Realismo tradicionalista representa una realidad
    idealizada y defiende valores conservadores.
    Destacan el cántabro J.M. Pereda (Peñas arriba,
    Sotileza) y el andaluz Juan Valera (Pepita
    Jiménez, Juanita la Larga).
  • Realismo progresista, de espíritu más crítico e
    ideas políticas más extremas (socialismo, etc)?.
    Representado por Galdós (Madrid) y Clarín (Oviedo)

13
Benito Pérez Galdós
  • Canario afincado en Madrid
  • Autor prolífico como Lope
  • Retratista de la sociedad madrileña
  • Conciencia crítica, denuncia vicios
  • Temas política, igualdad, caridad...
  • Estilo lengua popular, humor, ironía
  • Abunda diálogo y monólogo interior
  • Predomina el protagonismo femenino
  • Personajes migratorios
  • Caracterización
  • - simbolismo de los nombres
  • - acciones, palabras,
  • - pensamientos y sueños
  • Influjo del naturalismo en detalles de algunas
    obras El abuelo.

El abuelo-1. 1h. 15 http//www.youtube.com/watch?
vRgKHqT7fqNA El abuelo-2. 1h. 10
http//www.youtube.com/watch?vRFaCqLh0v2w Miseric
ordia. 150 http//www.youtube.com/watch?vJze_uGP
Go28
14
obras
  • Episodios Nacionales Novela histórica.
  • Documentación exhaustiva. Realficción
  • Trafalgar (21-10-1805)?. El dos de mayo.
  • Episodios nacionales http//www.youtube.com/watc
    h?v33RPGJloV5o
  • Novelas de tesis Maniqueísmo personajes
  • Contra la intolerancia y el dogmatismo
  • Doña Perfecta, Marianela
  • Novelas Contemporáneas
  • Retrato burguesía urbana, frívola y estéril
  • Tema común lucha individuo- sociedad
  • Tormento, Bringas, Fortunata y Jacinta
  • Tormento http//www.youtube.com/watch?v14GUBf-
    FpE
  • Fortunata http//www.dalealplay.com/informacionde
    contenido.php?con199829
  • Novelas espiritualistas Quijotismo.
  • Tema lucha idealismo-materialismo.
  • Pesimismo. Finales frustrantes

15
Fortunata y Jacinta
Burguesía explotadora, aburrida, incapaz de
crear vida, terminan juntos
Juanito Santa Cruz
Jacinta
Fortunata
Pueblo fértil, natural, lleno de vida. Termina
muerta
Las dos familias, relaciones comerciales, amigos
bien intencionados, la revolución Gloriosa de
1868
16
  • Al pasar junto a la puerta de una de las
    habitaciones del entresuelo, Juanito la vio
    abierta y, lo que es natural, miró hacia dentro,
    pues todos los accidentes de aquel recinto
    despertaban en sumo grado su curiosidad. Pensó no
    ver nada y vio algo que de pronto le impresionó,
    una mujer bonita, joven, alta... Parecía estar en
    acecho, movida de una curiosidad semejante a la
    de Santa Cruz, deseando saber quién demonios
    subía a tales horas por aquella endiablada
    escalera. La moza tenía pañuelo azul claro por la
    cabeza y un mantón sobre los hombros, y en el
    momento de ver al Delfín, se infló con él, quiero
    decir, que hizo ese característico arqueo de
    brazos y alzamiento de hombros con que las
    madrileñas del pueblo se agasajan dentro del
    mantón, movimiento que les da cierta semejanza
    con una gallina que esponja su plumaje y se
    ahueca para volver luego a su volumen natural.
    Juanito no pecaba de corto, y al ver a la chica y
    observar lo linda que era y lo bien calzada que
    estaba, diéronle ganas de tomarse confianzas con
    ella.
  • Fortunata y Jacinta, Benito Pérez Galdós
  • simbolismo nombres descripción coloquial
    omnisciente - narrador

17
Leopoldo Alas (Clarín)
  • Autor de cuentos y movelas, La Regenta
  • Espectaculares descripciones de ambientes
  • Profundización en psicología de personajes
  • Nuevas técnicas fluir de recuerdos, monólogo
  • Temas hipocresía, crueldad y falsedad burguesa

Fragmento La Regenta http//www.youtube.com/watch
?vHzhUh-mm-7Q
Resumen La Regenta http//www.youtube.com/watch?
vfy5AtVhicScfeaturerelated
La Vicaría. Mariano Fortuny, 1870
18
LA REGENTA
Religión Fermín de Pas
El Regente
La Regenta Ana Ozores
SeducciónÁlvaro Mesía
SOCIEDAD DE OVIEDO, ABURRIDA Y COTILLA
19
  • Clarín, La Regenta. Cap.I.
  • Uno de los recreos solitarios de don Fermín de
    Pas consistía en subir a las alturas. Era
    montañés, y por instinto buscaba las cumbres de
    los montes y los campanarios de las iglesias. En
    todos los países que había visitado había subido
    a la montaña más alta, y si no las había, a la
    más soberbia torre. No se daba por enterado de
    cosa que no viese a vista de pájaro, abarcándola
    por completo y desde arriba. Cuando iba a las
    aldeas acompañando al Obispo en su visita,
    siempre había de emprender, a pie o a caballo,
    como se pudiera, una excursión a lo más
    empingorotado. En la provincia, cuya capital era
    Vetusta, abundaban por todas partes montes de los
    que se pierden entre nubes pues a los más arduos
    y elevados ascendía el Magistral, dejando atrás
    al más robusto andarín, al más experto montañés.
    Cuanto más subía más ansiaba subir en vez de
    fatiga sentía fiebre que les daba vigor de acero
    a las piernas y aliento de fragua a los pulmones.
    Llegar a lo más alto era un triunfo voluptuoso
    para De Pas. Ver muchas leguas de tierra,
    columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies
    los pueblos como si fueran juguetes, imaginarse a
    los hombres como infusorios, ver pasar un águila
    o un milano, según los parajes, debajo de sus
    ojos, enseñándole el dorso dorado por el sol,
    mirar las nubes desde arriba, eran intensos
    placeres de su espíritu altanero que De Pas se
    procuraba siempre que podía. Entonces sí que en
    sus mejillas había fuego y en sus ojos dardos En
    Vetusta no podía saciar esta pasión tenía que
    contentarse con subir algunas veces a la torre de
    la catedral. Solía hacerlo a la hora del coro,
    por la mañana o por la tarde, según le convenía.
    Celedonio, que en alguna ocasión, aprovechando un
    descuido, había mirado por el anteojo del
    Provisor, sabía que era de poderosa atracción
    desde los segundos corredores, mucho más altos
    que el campanario, había él visto perfectamente a
    la Regenta, una guapísima señora, pasearse,
    leyendo un libro, por su huerta que se llamaba
    el Parque de los Ozores sí, señor, la había
    visto como si pudiera tocarla con la mano, y eso
    que su palacio estaba en la rinconada de la Plaza
    Nueva, bastante lejos de la torre, pues tenía en
    medio la plazuela de la catedral, la calle de la
    Rúa y la de San Pelayo. Qué más? Con aquel
    anteojo se veía un poco del billar del casino,
    que estaba junto a la iglesia de Santa María y
    él, Celedonio, había visto pasar las bolas de
    marfil rodando por la mesa. Y sin el anteojo,
    quiá! en cuanto se veía el balcón como un
    ventanillo de una grillera. Mientras el acólito
    hablaba, así, en voz baja, a Bismarck, que se
    había atrevido a acercarse, seguro de que no
    había peligro, el Magistral, olvidado de los
    campaneros, paseaba lentamente sus miradas por la
    ciudad, escudriñando sus rincones, levantando con
    la imaginación los techos, aplicando su espíritu
    a aquella inspección minuciosa como el
    naturalista estudia con poderoso microscopio las
    pequeñeces de los cuerpos. No miraba a los
    campos, no contemplaba la lontananza de montes y
    nubes sus miradas no salían de la ciudad.
  • Vetusta era su pasión y su presa. Mientras los
    demás le tenían por sabio teólogo, filósofo y
    jurisconsulto, él estimaba sobre todas su ciencia
    de Vetusta. La conocía palmo a palmo, por dentro
    y por fuera, por el alma y por el cuerpo, había
    escudriñado los rincones de las conciencias y los
    rincones de las casas. Lo que sentía en presencia
    de la heroica ciudad era gula hacía su anatomía,
    no como el fisiólogo, que sólo quiere estudiar,
    sino como el gastrónomo que busca los bocados
    apetitosos no aplicaba el escalpelo, sino el
    trinchante.
  • Y bastante resignación era contentarse, por
    ahora, con Vetusta. Pas había soñado con más
    altos destinos, y aún no renunciaba a ellos. Como
    recuerdos de un poema heroico leído en la
    juventud con entusiasmo, guardaba en la memoria
    brillantes cuadros que la ambición había pintado
    en su fantasía en ellos se contemplaba oficiando
    de pontifical en Toledo y asistiendo en Roma a un
    cónclave de cardenales. Ni la tiara le pareciera
    demasiado ancha todo estaba en el camino lo
    importante era seguir andando.
  • metáforas ascensionales las presas del
    Magistral cientifismo ambición
    explícita paralelismos

20
  • Clarín, La Regenta. Cap.I.
  • Uno de los recreos solitarios de don Fermín de
    Pas consistía en subir a las alturas. Era
    montañés, y por instinto buscaba las cumbres de
    los montes y los campanarios de las iglesias. En
    todos los países que había visitado había subido
    a la montaña más alta, y si no las había, a la
    más soberbia torre. No se daba por enterado de
    cosa que no viese a vista de pájaro, abarcándola
    por completo y desde arriba. Cuando iba a las
    aldeas acompañando al Obispo en su visita,
    siempre había de emprender, a pie o a caballo,
    como se pudiera, una excursión a lo más
    empingorotado. En la provincia, cuya capital era
    Vetusta, abundaban por todas partes montes de los
    que se pierden entre nubes pues a los más arduos
    y elevados ascendía el Magistral, dejando atrás
    al más robusto andarín, al más experto montañés.
    Cuanto más subía más ansiaba subir en vez de
    fatiga sentía fiebre que les daba vigor de acero
    a las piernas y aliento de fragua a los pulmones.
    Llegar a lo más alto era un triunfo voluptuoso
    para De Pas. Ver muchas leguas de tierra,
    columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies
    los pueblos como si fueran juguetes, imaginarse a
    los hombres como infusorios, ver pasar un águila
    o un milano, según los parajes, debajo de sus
    ojos, enseñándole el dorso dorado por el sol,
    mirar las nubes desde arriba, eran intensos
    placeres de su espíritu altanero que De Pas se
    procuraba siempre que podía. Entonces sí que en
    sus mejillas había fuego y en sus ojos dardos En
    Vetusta no podía saciar esta pasión tenía que
    contentarse con subir algunas veces a la torre de
    la catedral. Solía hacerlo a la hora del coro,
    por la mañana o por la tarde, según le convenía.
    ()
  • Metáforas ascensionales ambición y arrogancia
    paralelismos

21
  • () Celedonio, que en alguna ocasión,
    aprovechando un descuido, había mirado por el
    anteojo del Provisor, sabía que era de poderosa
    atracción desde los segundos corredores, mucho
    más altos que el campanario, había él visto
    perfectamente a la Regenta, una guapísima señora,
    pasearse, leyendo un libro, por su huerta que se
    llamaba el Parque de los Ozores sí, señor, la
    había visto como si pudiera tocarla con la mano,
    y eso que su palacio estaba en la rinconada de la
    Plaza Nueva, bastante lejos de la torre, pues
    tenía en medio la plazuela de la catedral, la
    calle de la Rúa y la de San Pelayo. Qué más? Con
    aquel anteojo se veía un poco del billar del
    casino, que estaba junto a la iglesia de Santa
    María y él, Celedonio, había visto pasar las
    bolas de marfil rodando por la mesa. Y sin el
    anteojo, quiá! en cuanto se veía el balcón como
    un ventanillo de una grillera. Mientras el
    acólito hablaba, así, en voz baja, a Bismarck,
    que se había atrevido a acercarse, seguro de que
    no había peligro, el Magistral, olvidado de los
    campaneros, paseaba lentamente sus miradas por la
    ciudad, escudriñando sus rincones, levantando con
    la imaginación los techos, aplicando su espíritu
    a aquella inspección minuciosa como el
    naturalista estudia con poderoso microscopio las
    pequeñeces de los cuerpos. No miraba a los
    campos, no contemplaba la lontananza de montes y
    nubes sus miradas no salían de la ciudad.
  • las presas del Magistral cientifismo
    ambición explícita paralelismo

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  • Vetusta era su pasión y su presa. Mientras los
    demás le tenían por sabio teólogo, filósofo y
    jurisconsulto, él estimaba sobre todas su ciencia
    de Vetusta. La conocía palmo a palmo, por dentro
    y por fuera, por el alma y por el cuerpo, había
    escudriñado los rincones de las conciencias y los
    rincones de las casas. Lo que sentía en presencia
    de la heroica ciudad era gula hacía su anatomía,
    no como el fisiólogo, que sólo quiere estudiar,
    sino como el gastrónomo que busca los bocados
    apetitosos no aplicaba el escalpelo, sino el
    trinchante.
  • Y bastante resignación era contentarse, por
    ahora, con Vetusta. Pas había soñado con más
    altos destinos, y aún no renunciaba a ellos. Como
    recuerdos de un poema heroico leído en la
    juventud con entusiasmo, guardaba en la memoria
    brillantes cuadros que la ambición había pintado
    en su fantasía en ellos se contemplaba oficiando
    de pontifical en Toledo y asistiendo en Roma a un
    cónclave de cardenales. Ni la tiara le pareciera
    demasiado ancha todo estaba en el camino lo
    importante era seguir andando.
  • las presas del Magistral cientifismo
  • ambición explícita paralelismo

23
  • Uno de los recreos solitarios de don Fermín de
    Pas consistía en subir a las alturas. Era
    montañés, y por instinto buscaba las cumbres de
    los montes y los campanarios de las iglesias. En
    todos los países que había visitado había subido
    a la montaña más alta, y si no las había, a la
    más soberbia torre. No se daba por enterado de
    cosa que no viese a vista de pájaro, abarcándola
    por completo y desde arriba. Cuando iba a las
    aldeas acompañando al Obispo en su visita,
    siempre había de emprender, a pie o a caballo,
    como se pudiera, una excursión a lo más
    empingorotado. En la provincia, cuya capital era
    Vetusta, abundaban por todas partes montes de los
    que se pierden entre nubes pues a los más arduos
    y elevados ascendía el Magistral, dejando atrás
    al más robusto andarín, al más experto montañés.
    Cuanto más subía más ansiaba subir en vez de
    fatiga sentía fiebre que les daba vigor de acero
    a las piernas y aliento de fragua a los pulmones.
    Llegar a lo más alto era un triunfo voluptuoso
    para De Pas. Ver muchas leguas de tierra,
    columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies
    los pueblos como si fueran juguetes, imaginarse a
    los hombres como infusorios, ver pasar un águila
    o un milano, según los parajes, debajo de sus
    ojos, enseñándole el dorso dorado por el sol,
    mirar las nubes desde arriba, eran intensos
    placeres de su espíritu altanero que De Pas se
    procuraba siempre que podía. Entonces sí que en
    sus mejillas había fuego y en sus ojos dardos En
    Vetusta no podía saciar esta pasión tenía que
    contentarse con subir algunas veces a la torre de
    la catedral.
  • Leopoldo Alas
    Clarín. La Regenta
  • TEMA Caracterización psicológica del personaje.
    Antropónimo y topónimo
  • Metáforas ascensionales y campo semántico de la
    altura ambición y arrogancia
  • Insistencia en el concepto fundamental mediante
    repeticiones, paralelismos y quiasmos
  • Hipérboles. Mezcla del registro coloquial y el
    culto, característica del Realismo

24
NATURALISMO
  • Emile Zola (Francia) Germinal
  • Materialismo. No hay componente espiritual
  • Determinismo
  • Herencia genética
  • Entorno social
  • Experimentación.
  • - Es posible predecir conducta
  • - Comprobarlo en situaciones límite
  • Personajes sórdidos
  • Obreros, marginados, psicópatas
  • Deficiencias físicas o mentales
  • Ambientes turbios. El lado más oscuro
  • Fuerte polémica ateísmo-religión.
  • Técnicas naturalistas
  • - temas truculentos,
  • - ambientes turbios y personajes sórdidos
  • - lenguaje vulgar adecuado a la trama
  • - descripciones detalladas
  • - rigurosa observación y documentación

Triste herencia. Joaquín Sorolla
  • Autores españoles
  • E. Pardo Bazán, Los pazos de Ulloa
  • V. Blasco Ibáñez. Cañas y barro

Germinal. Trailer en inglés. 130 min
http//www.youtube.com/watch?vchCnbs7UMSk
Cañas y barro, Miniserie. http//www.youtube.com/
watch?vCa3ip48WT2w
Los pazos de Ulloa. Miniserie 4 capítulos
http//www.youtube.com/watch?v1MASsLGyRSQfeature
related
25
A tener allí la flauta y no estar dormida
Serafina, hubiera acompañado con el dulce
instrumento aquellas melodías interiores,
lánguidas, vaporosas, llenas de una tristeza
suave, crepuscular, mitad resignación, mitad
esperanzas ultratelúricas y que no puede conocer
la juventud tristeza peculiar de la edad madura
que aún siente en los labios el dejo de las
ilusiones y como que saborea su recuerdo.Pero ya
que no la flauta, tenía la pluma la pluma, que
no hacía ruido, sino muy leve, al rasguear sobre
el papel con aquellos perfiles y trazos gruesos,
enérgicos, en claro-oscuro sugestivo, equivalente
al timbre de una puerta o de una placa.Sí, poco
a poco fue sintiendo Bonis que la música del alma
se le bajaba a los dedos las curvas de su
arabesco se hacían más graciosas, sus
complicaciones y adornos simétricos más elegantes
y expresivos, y la indeterminada tracería se fue
cuajando en formas concretas, representativas y
al fin brotó, como si naciera de la cópula de lo
blanco y de lo negro, brotó en un cielo gris la
imagen de la luna, en cuarto menguante, rodeada
de nubes, siniestras, mitad diablos o brujas
montados en escobas, mitad colmenas de formas
fantásticas, pero colmenas bien claras, de las
que salían multitud de bichos, puntos unidos a
otros puntos que tenían cuerpos de abejas, con
patas, rabos y uñas de furias infernales.
Aquellas abejas o avispas del diablo, volaban en
torno de la luna, y algunas llenaban su rostro,
el cual era, visto de perfil, el del mismísimo
Satanás, que tenía las cejas en ángulo y echaba
fuego de ojos y boca. Por encima de esta
confusión de formas disparatadas, Bonis dibujó
rayas simétricas que imitaban muy bien la
superficie del mar en calma, y sobre la línea más
alta, la del horizonte, volvió a trazar una
imagen de la noche, pero de noche serena, en
mitad de cuyo cielo, atravesando cinco hileras de
neblina tenue, las líneas del pentagrama, se
elevaba suave, majestuosa y poética, la dulce
luna llena en su disco, elegantes curvas
sinuosas decían Serafina.Media hora larga le
costó al soñador su composición simbólica mas
fue premio de la inspiración y del esfuerzo un
noble orgullo de artista satisfecho sensación
que se mezcló enseguida con un enternecimiento
austero y en su austeridad voluptuoso, que le
hizo inclinar la cabeza, apoyar la frente en las
manos y meditar sollozando y con lágrimas en los
ojos.-Qué vida extraña! Qué cosas pueden
pasarle por el alma a un pobre diablo! -pensaba
Bonis.La alegoría, que le había salido sin
querer de la pluma, estaba bien clara, era la
síntesis de su vida presente. En el cielo de sus
amores, en la región serena, sobre el océano de
sus pasiones en calma, brillaba la luna llena, el
amor satisfecho, poético, ideal, de su Serafina.
Ya no eran aquellos los días de las borrascas
sensuales, en que el amor físico, mezclándose al
platónico, se entregaba al arabesco de la pasión
disparatada y caótica el alma ya se había
sobrepuesto y daba el tono al cariño, que, al
arraigarse y convertirse en costumbre, se había
hecho espiritual. Y de repente, de poco tiempo a
aquella parte, debajo del océano, en las regiones
misteriosas del abismo en las que habitaba el
enemigo, de las que venían voces subterráneas de
amenaza y castigo, aparecía como un reflejo
infiel, otro cielo con otra luna, un cielo
borrascoso con espíritus infernales vestidos de
nubarrones, con el mismísimo demonio disfrazado
de cuarto menguante... de la luna de miel
satánica, de Valpurgis, que su mujer, Emma
Valcárcel, había decretado que brillara en las
profundidades de aquellas noches de amores
inauditos, inesperados y como desesperados.
Clarín, Su único hijo. Madrid, Cátedra, 2001.
Cap.XI
26
  • Clarín. Su único hijo. Capítulo 11.
  • TEMA. Dibujo alegórico de Bonis que define su
    vida Serafina Enma /cielo infierno
  • ESTRUCTURA Narración descripción narración y
    monólogo interior explicación
  • TIPO DE TEXTO narrativo descriptivo (abundante
    adjetivación, muy visual)
  • A tener allí la flauta y no estar dormida
    Serafina, hubiera acompañado con el dulce
    instrumento aquellas melodías interiores,
    lánguidas, vaporosas, llenas de una tristeza
    suave, crepuscular, mitad resignación, mitad
    esperanzas ultratelúricas y que no puede conocer
    la juventud tristeza peculiar de la edad madura
    que aún siente en los labios el dejo de las
    ilusiones y como que saborea su recuerdo.
  • Pero ya que no la flauta, tenía la pluma la
    pluma, que no hacía ruido, sino muy leve, al
    rasguear sobre el papel con aquellos perfiles y
    trazos gruesos, enérgicos, en claro-oscuro
    sugestivo, equivalente al timbre de una puerta o
    de una placa.
  • 1- NARRACIÓN. Se plantea la escena. Sueño
    Serafina / arte Bonisnarrador omn - símbolos
    fálicos adjetivación - sinestesias antítesis
    .

27
  • Sí, poco a poco fue sintiendo Bonis que la
    música del alma se le bajaba a los dedos las
    curvas de su arabesco se hacían más graciosas,
    sus complicaciones y adornos simétricos más
    elegantes y expresivos, y la indeterminada
    tracería se fue cuajando en formas concretas,
    representativas y al fin brotó, como si naciera
    de la cópula de lo blanco y de lo negro, brotó en
    un cielo gris la imagen de la luna, en cuarto
    menguante, rodeada de nubes, siniestras, mitad
    diablos o brujas montados en escobas, mitad
    colmenas de formas fantásticas, pero colmenas
    bien claras, de las que salían multitud de
    bichos, puntos unidos a otros puntos que tenían
    cuerpos de abejas, con patas, rabos y uñas de
    furias infernales. Aquellas abejas o avispas del
    diablo, volaban en torno de la luna, y algunas
    llenaban su rostro, el cual era, visto de perfil,
    el del mismísimo Satanás, que tenía las cejas en
    ángulo y echaba fuego de ojos y boca. Por encima
    de esta confusión de formas disparatadas, Bonis
    dibujó rayas simétricas que imitaban muy bien la
    superficie del mar en calma, y sobre la línea más
    alta, la del horizonte, volvió a trazar una
    imagen de la noche, pero de noche serena, en
    mitad de cuyo cielo, atravesando cinco hileras de
    neblina tenue, las líneas del pentagrama, se
    elevaba suave, majestuosa y poética, la dulce
    luna llena en su disco, elegantes curvas
    sinuosas decían Serafina..
  • narrador - simbolismo arte descripción
    infierno descripción cielo

28
  • Media hora larga le costó al soñador su
    composición simbólica mas fue premio de la
    inspiración y del esfuerzo un noble orgullo de
    artista satisfecho sensación que se mezcló
    enseguida con un enternecimiento austero y en su
    austeridad voluptuoso, que le hizo inclinar la
    cabeza, apoyar la frente en las manos y meditar
    sollozando y con lágrimas en los ojos.-Qué vida
    extraña! Qué cosas pueden pasarle por el alma a
    un pobre diablo! -pensaba Bonis. Monólogo
    interiorLa alegoría, que le había salido sin
    querer de la pluma, estaba bien clara, era la
    síntesis de su vida presente. En el cielo de sus
    amores, en la región serena, sobre el océano de
    sus pasiones en calma, brillaba la luna llena, el
    amor satisfecho, poético, ideal, de su Serafina.
    Ya no eran aquellos los días de las borrascas
    sensuales, en que el amor físico, mezclándose al
    platónico, se entregaba al arabesco de la pasión
    disparatada y caótica el alma ya se había
    sobrepuesto y daba el tono al cariño, que, al
    arraigarse y convertirse en costumbre, se había
    hecho espiritual. Y de repente, de poco tiempo a
    aquella parte, debajo del océano, en las regiones
    misteriosas del abismo en las que habitaba el
    enemigo, de las que venían voces subterráneas de
    amenaza y castigo, aparecía como un reflejo
    infiel, otro cielo con otra luna, un cielo
    borrascoso con espíritus infernales vestidos de
    nubarrones, con el mismísimo demonio disfrazado
    de cuarto menguante... de la luna de miel
    satánica, de Valpurgis, que su mujer, Emma
    Valcárcel, había decretado que brillara en las
    profundidades de aquellas noches de amores
    inauditos, inesperados y como desesperados.
    Narrador - explicación alegoría descripción
    cielo descripción infierno

29
A modo de repaso
Honoré Daumier (1808-1879). El vagón de tercera
clase
El Cuarto Estado, 1901 Giuseppe Pellizza da
Volpedo
Resumen bien explicado, buena imagen. 8
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