Presentaci

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Domingo 5º de Pascua
Ciclo C
Día 24 de Abril de 2016
2
Seguimos en el tiempo de Pascua, que es decir,
tiempo de sentir más la presencia de Cristo
resucitado entre nosotros. Pero tiempo también de
procurar que nuestra vida se note que es una vida
resucitada. Esta vida resucitada se debe notar en
lo personal y en lo social.
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Viviremos como resucitados si hacemos que Cristo
reine entre nosotros por medio de una gran
unidad.
Esto es lo que nos piden las lecturas de la
liturgia de este día que haya unidad en la
Iglesia porque todo lo llene el amor de Dios.
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La 2ª lectura nos habla de este gran proyecto que
Dios tiene para la humanidad. San Juan en el
Apocalipsis nos habla de un cielo nuevo y una
tierra nueva. Esto será cierto cuando predomine
el amor.
Ap 21, 1-5a
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Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva,
porque el primer cielo y la primera tierra han
pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad
santa, la nueva Jerusalén, que descendía del
cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia
que se adorna para su esposo. Y escuché una voz
potente que decía desde el trono "Ésta es la
morada de Dios con los hombres acampará entre
ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con
ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de
sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto,
ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado." Y el
que estaba sentado en el trono dijo "Todo lo
hago nuevo."
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Hay una promesa en la Biblia que es para ti y
es para mi.
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Hay una promesa en la Biblia que es para ti y es
para mi.
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Cielo nuevo y tierra nueva donde vamos a vivir.
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Cielo nuevo y tierra nueva donde vamos a vivir.
10
Ah! que tu te vas y yo también a la nueva
Jerusalén.
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Ah! que tu te vas y yo también a la nueva
Jerusalén.
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Me voy con Él, me voy con El. Yo no me quedo, me
voy con Él.
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Me voy con Él, me voy con El. Yo no me quedo, me
voy con Él.
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14
Este proyecto no es lo mismo que la Iglesia pero
la Iglesia es un gran medio para llegar al
proyecto de Dios, que Jesús llamaba el Reino de
Dios.
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Este proyecto de Dios es como una ciudad santa
donde resuenen los himnos de alabanza al Señor,
donde resuene la voz amorosa de Dios y todos la
sigan.
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De una manera plena podemos decir que no llegará
hasta que lleguemos a la vida eterna.
Pero cuando en la Biblia se habla del cielo nuevo
y la tierra nueva, como en Isaías y en la 2ª
carta de san Pedro, de alguna manera y en cierto
grado se refiere a la vida actual, cuando reine
la justicia, como dice san Pedro.
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Para muchos es una utopía, porque cuando uno mira
la dura y dramática realidad de nuestra vida no
parece cierto eso de que Dios enjugará las
lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni
luto, ni llanto, ni dolor.
Y nuestra sociedad no se parece a una novia
engalanada, sino que es como una máquina sin
entrañas.
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El Reino de Dios, que será sobre todo en la otra
vida, cuando sea perfecto, dice Jesús que ya está
entre nosotros. Es una realidad viva y operante
que puede estar en nuestro interior, pero también
en la sociedad que es como un tesoro escondido y
tiene la fuerza del fermento de una semilla.
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Si crees en Cristo, sabes que Dios se ha
derramado en tu corazón, y entonces Él reina en
ti. Si vives en la justicia, Dios enjuga las
lágrimas de tu rostro y te considera como su
novia engalanada. Tienes en ti la fuente de la
dicha pero hay que alcanzarla, a veces con
esfuerzo y violencia.
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Y hay que buscarlo. Entonces Qué debemos hacer
para encontrar ese cielo y tierra nueva? O dicho
de otro modo Qué debemos hacer para que esta
tierra sea algo nuevo y mejor? Primeramente
sabemos que es cosa de Dios, de la gracia
pero es también una tarea nuestra. Para eso viene
ahora el evangelio de hoy.
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Estaba Jesús con los apóstoles en la Última
Cena, la noche antes de morir. No tiene mucho
tiempo y no les puede dar muchas advertencias
nuevas pero sí les da un mandamiento nuevo,
por el cual harán realidad que sea verdad una
tierra nueva. Juan 13, 31-33a. 34-35.
Dice así
22
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús
"Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios
es glorificado en él. Si Dios es glorificado en
él, también Dios lo glorificará en sí mismo
pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco
de estar con vosotros. Os doy un mandamiento
nuevo que os améis unos a otros como yo os he
amado, amaos también entre vosotros. La señal por
la que conocerán todos que sois discípulos míos
será que os amáis unos a otros."
23
Dice el evangelio que había salido Judas del
cenáculo. Es como si hubieran salido las
tinieblas y entrado una luz nueva. Jesús se
siente como ensanchado en el corazón y lo abre de
par en par a sus discípulos para glorificar a
Dios.
24
Les llama a los apóstoles hijos míos o más
bien hijitos. Es una expresión de ternura,
como la que emplea para dirigirse a su padre
Abba que quiere decir papaíto o algo
correspondiente en ternura.
25
Cuando uno se despide para mucho tiempo de una
persona amada, quisiera decir muchas cosas
consejos, recomendaciones, decirles que no les
olvidará, pedirles al menos recuerdos. Pero
cuando no hay tiempo, les dice lo más importante.
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Lo más importante para Jesús es el mandamiento
del amor. Seguro que lo habría dicho muchas
veces, pero ahora se trataba de un mandamiento
nuevo.
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Os doy un mandamiento nuevo.
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que os améis unos a otros
como yo os amé.
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Cuando todos os améis igual que hermanos,
lograréis echar del mundo la opresión.
30
Cuando todos trabajéis por la justicia, estaréis
gritando al mundo mi evangelio.
31
Sólo quiero que la gente os reconozca por el
sello inconfundi-ble de mi amor.
32
El amor es el único camino que los hombres tienen
para ir a Dios.
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Os doy un mandamiento nuevo
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que os améis unos a otros como yo os amé.
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35
El amor más que un mandamiento es una necesidad.
Si al menos los cristianos nos quisiéramos, como
dice Jesús, hubiéramos echado la mayoría del mal
y de las injusticias, vendría la paz y vendría un
cielo nuevo y una tierra nueva.
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El amor es lo que verdaderamente necesitamos. Es
como la savia para el árbol, es como nuestro
aliento. El amor no es uno o varios actos, sino
es una vida. Es el aliento del discípulo de
Cristo.
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En la Iglesia puede haber muchas cosas
importantes, pero lo más importante es el amar y
amar de verdad.
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Lo importante es amar
Automático
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Lo importante es amar, es amar de verdad.
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40
A veces nos cuesta meter en la mente y en el
corazón que la señal de los cristianos es amar.
El Islam suele distinguirse por la sumisión a
Dios el budismo por su santa indiferencia el
hinduismo por su ascesis el judaísmo por su
sentido de pueblo elegido.
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El cristianismo se debe distinguir por el amor. Y
sin embargo muchos cristianos no se distinguen de
los no cristianos. Algunos se distinguen por los
ritos, instituciones, quizá imágenes y
tradiciones.
Todo eso puede ser muy bueno pero lo importante
es el amor.
42
Jesús no lo podría mandar, si antes Él no hubiera
amado. Por eso dice que améis como yo os he
amado. Él va delante, es el ejemplo a seguir. Y
es un amor en grado superlativo.
43
A veces nos decía que debemos amar como a
nosotros mismos. Es decir, primero no hacer a
los demás lo que no queremos para nosotros. Pero
más aún hacer a los demás de una manera positiva
lo que queremos para nosotros.
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Pero hay un grado mayor, aunque muchos no lo
comprendan. Y es amar a los demás como debemos
amar a Dios, que es con todo el corazón. Y esto
porque Jesús ha querido identificarse con el
prójimo, con el pobre, con el necesitado. Y
quiere que veamos en los demás la presencia del
Redentor.
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Pero hoy Jesús en el evangelio nos marca un grado
mayor. Nos dice que debemos amar como Él nos ha
amado. Esto podríamos decir que es imposible,
porque no somos Dios pero el hecho es que en
cierto sentido nos podemos convertir en Dios.
Dios ha derramado en nosotros el Espíritu que ama
dentro de nosotros y por medio de nosotros.
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Y esta es la gran novedad del mandamiento de
Jesús. Con la gracia de Dios, podemos amar como
Jesús nos ha amado.
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Jesucristo hoy nos recuerda (porque nos lo dice
muchas veces) que ser discípulos suyos es estar
dispuestos a amar de verdad. Y no sólo a quien
nos hace el bien sino también a quien no nos
quiere.
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Ama también a quien no te quiere y al que nunca
te perdona.
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A ese ámale aún más.
50
Ama sobre todo a quien carece de consuelo y de
cariño
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y verás cómo es feliz.
52
Ama a la gente que está a tu lado no la
traiciones nunca en la vida.
53
Ama a la luna y a las estrellas,
porque ellas brillan también por amor.
54
Ama al que no tiene amigos, al que vive siempre
solo,
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pues no encuentra comprensión.
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Ama sobre todo a quien no cree,
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porque está necesitado
más que nadie de tu amor.
58
Ama a los niños abandonados que nunca han visto
una sonrisa.
59
Ama a los pobres y marginados, para que
encuentren la felicidad.
60
Con María que nos espera en el cielo.
AMÉN