Mª Rosa Molas, testimonio e el Hospital de la Santa Creu

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Mª Rosa Molas en la Casa de Misericordia de
JesúshoyCentro socio-sanitario
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TUS MANOS COMO LAS DE Mª ROSA
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• Cuando llegaron Mª Rosa y las primeras Hermanas a
  la Casa de Misericordia de Jesús, la Casa estaba
  en muy malas condiciones.
• El mal olor se dejaba sentir desde la calle, de
  modo que era repugnante atravesar el umbral. En
  la puerta las esperan algunas personas de la
  administración y algún asilado que ha conseguido
  filtrarse y mira furtivamente al grupo visitante.
  Todos presentan rostros mal carados Acompañadas
  por este séquito más bien hostil recorren la casa
  y en el recorrido va aumentando su espanto la
  realidad es desoladora
• Se encuentran en una casa repugnante por la
  falta de higiene, desordenada y vieja, carente de
  todo. Hay pocos muebles, viejos y desaliñados.
  Las cunas de los pequeños están invadidas de
  piojos y pulgas. A falta de camas, los niños
  mayores duermen en un gran tablado cubierto de
  paja muy cerca de los establos.
• Toda la casa está en las mismas condiciones,
  cocina, comedor, despensas, lavaderos, armarios.
  Se salva algo que a Mª Rosa le consuela
  especialmente. Hay una habitación destinada a
  capilla, la cual se conserva ordenada y limpia.
  No deja de ser un consuelo para las hermanas.
  Allá van a pasar los mejores ratos de esta nueva
  etapa difícil y comprometida.
• El Ayuntamiento de Tortosa interesado en poner
  orden administrativo, y una atención más humana,
  solicitó una comunidad religiosa para que se
  hiciera cargo de la Casa. Era el año 1849. Y
  desde entonces las Hermanas de la Consolación
  seguimos en el servicio a los enfermos, ancianos,
  junto con todos los profesionales que hoy
  atendemos este Centro.

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• La despensa es pobre.

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• Al poco tiempo el Hospital cuenta la historia-
  quedó transformado en un agradable lugar de paseo.

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El trabajo y el ingenio de María Rosa y sus
Hermanas y la colaboración del escaso personal
transforman en pocos semanas la casa y el
ambiente. Lo que era casa de inmundicia empieza a
ser un hogar agradable.
Por Tortosa corre la noticia La Casa de
Misericordia no parece la misma. la
Misericordia se convierte en lugar de paseo
algunos domingos es tan grande la afluencia de
público que el ayuntamiento se ve obligado a
poner algún guardia.
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instrumento de misericordia y consolación para
aliviar
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• 1815 24 de marzo. Nace en Reus, Tarragona, en
  la noche del Jueves Santo.
• 1834 3 de septiembre. Muere María Vallvé, su
  madre, víctima del cólera
• contagiada por su caridad con los enfermos.
• 1841 6 de enero. Inicia su vida religiosa en
  las Hermanas de la Caridad del
• Hospital de San Juan, en Reus.
• 1849 18 de marzo. Es enviada a Tortosa con
  otras cuatro Hermanas para
• hacerse cargo de la Casa de Misericordia de
  aquella ciudad.
• 1857 14 de marzo. Con las Hermanas de las tres
  Comunidades de Tortosa pide ser admitida a la
  obediencia y dirección de la autoridad
  eclesiástica diocesana. Se separan así de la
  Hermandad de Reus.
• 1858 14 de noviembre. Decreto de D. Ramón
  Manero, Vicario Capitular de la Diócesis, en el
  que se da a la Congregación el nombre de Hermanas
  de la Consolación.
• 1868 4 de enero. El Obispo de Tortosa, D.
  Benito Vilamitjana firma los nuevos Estatutos
  reformados y la Regla Común de las Hermanas de
  Nuestra Señora de la Consolación.
• 1876 11 de junio. Muere María Rosa Molas y
  Vallvé en la Casa de Misericordia de Jesús. Era
  domingo de la Santísima Trinidad.

Un poco de historia
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El padre León, uno de sus biógrafos,
contemporáneo de Mª Rosa dice que la vio
siempre bondadosa, afable, cariñosa, con una
superioridad de espíritu envidiable, acogiendo a
todas horas y en todas las circunstancias la
inquietud, la pena y la amargura del prójimo.
Extremaba su ternura con los ancianos, los
desvalidos y los niños que eran las pupilas de
sus ojos y no se cansaba nunca de recomendar a la
afición y cariño de sus Hijas.
"Esta noche sí que estaremos bien decían los
enfermos, pero no es que pudiera regalarles
exquisitos manjares o diferentes que las demás
Hermanas, no lo que sí era que les prevenía con
cuidado y acierto era exacta en su asistencia,
que acompañaba con cariñosa paciencia y de este
modo solía evitar las quejas y murmuraciones y
les dejaba contentos y agradecidos por su
compasión y cuando no tenía ropas y alimentos
para socorrerlos, los complacía con palabras de
suavidad"
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• Ser felices es algo que todos queremos. Y sufrir
  es algo que nadie queremos.
• Consolación, un estado de ánimo?
• Mª Rosa luchó por erradicar las causas del
  desconsuelo y fue forjando personas
  relacionándose con ellas esto es, no simplemente
  dándoles cosas sino dándose a si misma en lo que
  hacía.
• La consolación viene del otro, nos abre al otro,
  nos descubre el tú.

Consolar
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también nosotros aliviamos, humanizamos,
consolamos,
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El espíritu de Mª Rosa Molas vive sigue vivo en
esta CASA
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Para aliviar, humanizar, consolar
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12 de junio, santa Mª Rosa Molas
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Mª Rosa Molas en la Casa de Misericordia de
Jesúshoy